A los 85 años falleció el oriundo de Venado Tuerto Ricardo Ceppi, un héroe nacional quien junto a un valioso equipo de militares decididos y entrenados en el año 1965 alcanzaron el Polo Sur y plantaron la bandera argentina como señal de soberanía nacional en la llamada "Operación del 90".

 

La Argentina cumplió con la hazaña de llegar al Polo Sur no como un hecho deportivo sino para reclamar soberanía sobre un suelo que había pisado, había afirmado hace mucho tiempo Ricardo Ceppi: “Llegar al Polo Sur no fue un hecho deportivo para la Argentina, que no podía reclamar un suelo que no había pisado, y esa fue la misión del General Leal con sus hombres”, había declarado Ceppi, quien era mecánico de la expedición de 10 hombres que izó en 1965 la bandera en el punto polar y reclamó la sobernía nacional de ese suelo.

Ceppi indicó que “cuando íbamos a los estrados internacionales a reclamar nuestros derechos nos decían que no podíamos reclamar lo que no habíamos pisado, así que en 1957 Leal me invita a ir a la Base Belgrano, instalada por el general Hernán Pujato”.

Como mecánico de la expedición, Ceppi inventó la primera moto para hielo del mundo -con oruga y esquíes, y 60 kilómetros por hora- e hizo 50 reformas a tractores estadounidenses para que soportaran baja temperatura; el suyo se llamó Venado Tuerto, como su ciudad, y hoy es reliquia en el Museo de Luján.

El 26 de octubre de 1965 una patrulla de hombres del Ejército partió desde la Base General Belgrano iniciando una marcha terrestre hasta el Polo Sur. Aquellos hombres alcanzaron el punto más austral de la Argentina y de la Tierra 66 días más tarde, el 10 de diciembre de ese mismo año.

Ricardo Ceppi fue uno de los diez militares que recorrieron casi 3 mil kilómetros con temperaturas que en algunas ocasiones llegaba a los 70 grados bajo cero y los vientos alcanzaban los 300 kilómetros por hora. Fue quien introdujo 60 reformas mecánicas a las orugas y posibilitó que se adecuaran a las inclemencias y al terreno hostil

Llegar al Polo Sur -un punto en 14 millones de kilómetros cuadrados-, plantar la bandera, cantar el Himno Nacional en el eje de la Tierra, era un compromiso que habíamos tomado con el país que aún me llena de emoción y alegría”, reivindicó Ceppi.

Operación 90

La Operación 90 fue la primera expedición terrestre hecha por la Argentina al Polo Sur, realizada en 1965 por 10 soldados del Ejército Argentino bajo el mando del coronel de caballería Jorge Edgar Leal. La operación fue llamada así por los 90 grados sur de latitud que tiene el Polo Sur. La operación tenía como objetivo la afirmación de la capacidad argentina de alcanzar todos los rincones de lo que considera su territorio soberano, buscando afirmar así los derechos de la soberanía territorial esgrimidos por el país en la Antártida Argentina. Durante la marcha se hicieron observaciones científicas y técnicas, tales como geológicas, gravimétricas y meteorológicas.

 

Preparación de la expedición

Desde fines de noviembre de 1963 el personal destacado en la Base Belgrano I sobre la barrera de hielos Filchner inició tareas de relevamiento para buscar vías de acceso hacia el polo y buscar un lugar en donde instalar una base de apoyo con víveres y combustibles hacia los 83º de latitud Sur. Como antecedente inmediato de los intentos argentinos de alcanzar el Polo Sur, el 3 de noviembre de 1964 un bimotor Douglas C-47 y dos monomotores Beaver de la Fuerza Aérea Argentina lo alcanzaron, continuando el Douglas C-47 los días 11 y 12 de noviembre hasta la base estadounidense McMurdo, siendo el primer vuelo transpolar desde América, y el 25 de noviembre regresó a Matienzo con los dos Beaver que estaban en el Polo Sur.

 

Desarrollo

En marzo de 1965 partió desde la Base Belgrano una patrulla liderada por el capitán Gustavo Adolfo Giró para jalonar la ruta y construir la Base Alférez de Navío Sobral, inaugurada el 2 de abril de 1965 a 81°04′05″S 40°36′01″O y a 420 km de Belgrano, quedando 4 hombres en ella. Transportaron 50 toleladas de cargas. Los aviones Beaver quedaron en la Antártida realizando diversas misiones, entre ellas el traslado de personal y materiales a la Base Sobral.

La Patrulla de Asalto al Polo Sur partió de Belgrano el 26 de octubre de 1965 en 6 vehículos Snowcat con trineos de arrastre, precedida 2 días antes por una patrulla de 4 hombres con trineo tirados por 18 perros que jalonaron la ruta con lanzas de caballería hasta los 83,2° Sur (denominada Patrulla 82). Su objetivo era explorar y marcar una ruta segura para los vehículos Snowcat, evitando que cayeran en grietas de la barrera de hielos traspasando lo que denominaban la Gran Grieta. Luego de reunirse ambas patrullas, el 4 de noviembre alcanzaron la Base Sobral, en donde intercambiaron un expedicionario que tenía una herida por uno de la base. En Sobral se hicieron tareas de mantenimiento mecánico de los Snowcat.

Al ascender la meseta Antártica debieron soportar temporales con temperaturas que bajaban hasta los 30° o 40° C bajo cero, escribiendo Leal en su diario:

La Patrulla 82 se separó del Grupo de Asalto el 18 de noviembre1 y tenía la misión adicional de dirigirse a cartografiar montañas que nunca habían sido visitadas por los humanos, el cordón Santa Fe, extrayendo muestras de roca. Al retornar debían continuar marcando el camino para facilitar el regreso al Grupo de Asalto.

La rotura de dos trineos obligó a dejar un Snowcat, que quedó como depósito de combustible para el regreso. La rotura de otro trineo hizo que debieran establecer un campamento a 1.900 msnm, que denominaron Desolación, logrando su reparación luego de dos días de trabajo. Debido a que en esas regiones las brújulas no son confiables, la orientación fue hecha observando el sol, que no se pone en el verano austral, auxiliándose por los horarios que escuchaban por radios de onda corta.

Luego de 45 días de marcha, realizando el último tramo sin dormir durante 28 horas, a las 10 de la mañana del 10 de diciembre de 1965 los expedicionarios arribaron al Polo Sur donde plantaron la bandera de la Argentina. Luego de media hora se presentó el operador de radar de la Base Amundsen-Scott de los Estados Unidos, ubicada a 3.000 msnm en el Polo Sur, que los había detectado en el radar. Como la expedición fue realizada en secreto y los expedicionarios tenían ropa de color naranja casi rojo, el operador les preguntó quienes eran y qué hacían allí, pensando que podían ser de la Unión Soviética. El operador despertó al jefe de la base, quien los invitó a pasar, a ducharse y los agasajó con una comida.

 

Los expedicionarios

Los expedicionarios que alcanzaron el polo sur fueron:

Coronel Jorge Edgar Leal (jefe del Grupo de Asalto);

Capitán Gustavo Adolfo Giró (segundo jefe / jefe de tareas científicas);

Suboficial principal Ricardo Bautista Ceppi (mecánico);

Sargento ayudante Julio César Ortiz (mecánico);

Sargento ayudante Alfredo Florencio Pérez (mecánico);

Sargento primero Jorge Raúl Rodríguez (mecánico);

Sargento primero Roberto Humberto Carrión (topógrafo);

Sargento primero Adolfo Oscar Moreno (topógrafo);

Sargento primero Domingo Zacarías (comunicaciones);

Cabo Oscar Ramón Alfonso (patrullero).

Sus restos son velados en la sala de la Mutual Luz y Fuerza y recibirán sepultura mañana domingo a las 10.30.

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Mario Maestu