La empresa desechó materia prima luego de las medidas gremiales que, según denunció, afectaron su actividad.

“Fue tarde. No aguantó más y no quedó otra que descartarla”. Aunque esta mañana la Asociación de Trabajadores de la Industria Lechera de la República Argentina (Atilra) decidió levantar “temporalmente” la medida de fuerza que mantenía bloqueadas las plantas de SanCor Cooperativas Unidas Limitada y todos los centros de distribución del país, más de 100.000 litros de leche de la empresa, almacenados y que no pudieron procesarse, fueron desechados. Hasta esta mañana, según dijeron, el sindicato mantenía aun el bloqueo en el centro de distribución en Don Torcuato, Buenos Aires.

“Es terrible, doloroso y espantoso ver cómo las cisternas desechan miles y miles de litros de materia prima porque impidieron que se la procese. Lo peor es que hay cientos de miles de litros de leche comprometidos y en riesgo de tener el mismo destino”, dijeron fuentes cercanas a SanCor.

Según indicaron en la cooperativa, en la planta de San Guillermo, Santa Fe, había quedó un remanente y por la “intempestiva medida de fuerza de Atilra” quedó sin procesarse. “La leche se puede conservar solo por un tiempo, en condiciones determinadas para mantener la calidad de la materia prima. Pero superado un tiempo prudencial, van cambiando sus condiciones y hay que descartarla porque se acidifica. Eso fue lo que sucedió en la planta de San Guillermo”, indicaron.

“Se cargó en unas cisternas de la cooperativa y se llevó a una planta de tratamiento de residuos y efluentes específicos para la leche que tiene la empresa en Sunchales, donde se la descartó. Esto se hace normalmente con residuos que tiene SanCor (land farming) pero no con materia prima”, explicaron.

Todo comenzó el martes pasado, cuando el gremio, en disconformidad con la empresa (denunció demoras en la constitución de un fideicomiso de salvataje y sueldos que no estarían acordes a la actividad), determinó un cese de actividades en seis plantas y bloqueos en los centros de distribución del país. Inmediatamente, la empresa advirtió del riesgo latente de tener que tirar al menos tres millones de litros de leche. Esa cifra incluía no solo la materia prima que aún no fue recolectada en los tambos, sino también la leche almacenada en camiones que no pudo ser descargada y el remanente sin procesar al momento del inicio del conflicto.

El sindicato enseguida le salió a responder: “No hay ningún motivo para tirar leche porque las plantas no están bloqueadas”. A medida que pasaban los días, la cooperativa informaba que sus operaciones estaban siendo gravemente afectadas como consecuencia de que se registraban asambleas, interrupciones y hasta “bloqueos” en las distintas dependencias de SanCor por el sindicato. “El Centro de Distribución en Don Torcuato está bloqueado”, indicaban.

Ayer, pasado el mediodía y con la presencia del Ministerio de Trabajo, se realizó una audiencia para acercar a las partes. Según consta en el acta que se firmó, el sindicato negó nuevamente que “se encuentren realizando medidas de acción sindical, aclarando que solo se trata de una retención parcial de débito laboral por falta de pago de haberes”.

“Se niega la imposibilidad del ingreso de leche y la potencial pérdida de tres millones de litros de leche, que no podrían ser procesados. Se niega que no se permita que los supervisores puedan ingresar a efectuar tareas”, dijeron.

En tanto, SanCor rechazó la medida por la falta de “proporcionalidad de acuerdo al impacto material provocado” y reiteró que el gremio “no permite ingreso a supervisores ni personal de servicios como ser de seguridad, lo que además de las pérdidas antedichas podrían generar daños irreparables”.

“La cooperativa recibe 650.000 litros diarios. Hasta este momento, sus usinas están llenas puesto que no nos han dejado producir nada desde que comenzó la medida de fuerza. A partir de hoy a la tarde (por ayer), ya no vamos a poder recibir más leche, porque colmamos la capacidad de las usinas. Como consecuencia de ello, se deberá comenzar a tirar los 650.000 litros que se reciben diariamente”, dijeron.

En este contexto, solicitaron “la inmediata suspensión de toda clase de medidas que afecten o alteren la producción, el dictado de una conciliación obligatoria por no menos de 15 días y nueva fecha de audiencia para continuar trabajando sobre el caso dentro de no menos de 72 horas”.

Sin embargo, el sindicato, firme en no dar el brazo a torcer, reiteró y ratificó “retención de tareas parcial, fundada en falta de pago de salarios”. Sin llegar a un acuerdo, se cerró la reunión, convocando para el próximo martes a una nueva audiencia.

 

 

Fuente: La Nación

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Laboratorio de Analisis Clínicos

Mario Maestu