Cristian Zarich, un apasionado de las motocicletas con alma de aventurero, ha concretado una hazaña que resuena con el eco de la historia automotriz argentina. A bordo de una emblemática "Puma 98" de los años 50, Zarich recorrió 900 kilómetros desde Venado Tuerto hasta Termas de Río Hondo, en Santiago del Estero. Este viaje, más allá de la distancia física, representa un tributo a la ingeniería nacional y a un espíritu indomable que se niega a ser confinado por el tiempo.
La travesía comenzó el lunes a la madrugada en la plaza San Martín y culminó el jueves al mediodía en su destino final. El motivo que impulsó a Zarich a embarcarse en esta singular expedición fue la oportunidad de presenciar el Gran Premio de Moto GP en el Circuito Internacional de Termas de Río Hondo, un evento que reúne a los mejores pilotos del mundo. La emoción palpable en sus palabras, "Y llegamos desde Venado Tuerto a Termas de Rio Hondo, sueño cumplido", resonaba con la satisfacción de un objetivo alcanzado.
El viaje de Zarich no fue una empresa solitaria. Contó con el invaluable apoyo de su esposa, Nora, quien lo escoltó a bordo de un utilitario a lo largo de todo el recorrido, asegurándose de que contara con asistencia y compañía constante. Este respaldo, además de la evidente preparación técnica de Zarich y la fiabilidad, sorprendentemente resiliente, de la "Puma 98", fueron factores cruciales para el éxito de la aventura.
La "Puma", también conocida como "Pumita", "Pumarola" o "Pumasaki", es un ícono del desarrollo industrial argentino. Fabricada a partir de 1952, se convirtió en un símbolo de Córdoba y en un reflejo tangible del Plan Quinquenal de industrialización del país. Su diseño robusto y su mecánica sencilla la hicieron popular y durable, transformándola en una pieza de colección y, como lo demuestra Zarich, en un vehículo capaz de afrontar largos viajes, incluso décadas después de su fabricación.
En la era de las redes sociales, la aventura de Cristian Zarich ha generado un considerable revuelo. Imágenes y videos de su travesía, compartidos a través de plataformas como Instagram y Facebook, han atraído a una amplia audiencia, desde entusiastas de las motocicletas clásicas hasta personas inspiradas por su determinación y valentía. Los comentarios y felicitaciones demuestran el impacto de su historia, recordándonos la importancia de preservar el patrimonio automotriz y de perseguir nuestros sueños, sin importar cuán desafiantes parezcan. La "Puma 98", gracias a Zarich, ha rugido nuevamente, capturando la atención de una nueva generación y reafirmando su lugar en la memoria colectiva argentina.