El hecho salió a la luz esta mañana alrededor de las 8 a raíz de un llamado a emergencias. En el domicilio se halló a un hombre con una herida aparentemente auto infringida, que podría ser el autor del crimen.

En horas de la mañana en una vivienda ubicada en Laprida al 1100, se convoca a un servicio de emergencias a raíz de que una joven encuentra a su madre herida. Personal médico constató que la mujer de 38 años, identificada como Patricia Zeballos, habría muerto a causa de una herida de arma blanca por la espalda, a la altura del corazón.

La Policía ubicó al presunto autor del crimen en un galpón situado detrás de la vivienda donde ocurrió el crimen. Luego de romper el candado que estaba en la puerta del lugar e ingresar, los efectivos vieron que el hombre presentaba una herida de arma blanca en el abdomen que se la habría infringido él mismo, por lo que la Justicia presume que intentó quitarse la vida. Fue trasladado al hospital local en grave estado y operado, siendo su estado reservado. 

La fiscal Paula Borrello, a cargo de la investigación, relató que se enteraron de lo sucedió por un llamado a una ambulancia realizado posterior a las 8 por un vecino luego que una de las hijas (tiene cinco hijos) acudiera a su ayuda.

También dijo, a pesar de los trascendidos previos al respecto, que “no existían denuncias previas en el Ministerio de la Acusación de hechos de violencia anteriores. Estamos investigando si existían denuncias en otros ámbito  o en el Juzgado de Familia”.

Antecedentes

La historia de Patricia Zeballos está reflejada en innumerables entrevistas que le hicieron desde el equipo sociosanitario de Ciudad Nueva, hace seis u ocho años cuando uno de los hijos fue retirado de la familia, por ser víctima de golpes de parte de su padrastro. Tras algún tiempo se fue a vivir con su padre biológico. Hay registradas un par de denuncias en el anterior sistema judicial, que fueron cerradas.

Finalmente el 26 de octubre ingresó una nueva denuncia que puso en el ojo de la tormenta a la familia, en este caso partió del colegio al que asisten los chicos, al parecer porque una de las chicas era víctima de malos tratos o abuso.

El 28 de octubre la jueza de Familia, Nancy Grasso ordenó la exclusión del hogar del marido de Patricia. Días después la mujer negó ante la magistrada que ella o los chicos sufrieran agresiones o abuso de parte del padre de familia. La jueza aclaró también que no hay registro en su Juzgado (está funcionando desde hace cuatro años) de denuncias de violencia ni de la mujer, ni contra su marido.

Atención de los niños

Por su parte, la secretaria de Promoción Comunitaria, Alejandra Filipetti ratificó la negación sostenida de Patricia a la situación de violencia familiar a la que estaba sometida. Pero el problema que hay que enfrentar hoy desde el estado municipal, es lograr contener a los cinco niños, que por estas horas fueron recibidos por una familia vecina. Se organizaron colectas y la solidaridad de la gente quedó demostrada rápidamente logrando reunir gran cantidad de elementos para hacer frente a esta dura situación.

“Armamos un dispositivo de 24 horas con atención de psicólogas, asistente social y para atender en la coyuntura a los niños. Mientras, estamos trabajando para encontrar familiares que puedan hacerse cargo y ofrecimos colaboración a la familia que los atiende por estas horas”, señaló la funcionaria, aclarando posteriormente que se contactaron con hermanas de Patricia, pero la condición y respetando el pedido de los chicos, es mantenerlos unidos y atendidos en una misma casa.

Casi inmediatamente, por las redes sociales se convocó a una marcha en repudio de lo sucedido, que se realizó desde las 20, recorriendo las calles céntricas de la ciudad.

Fuente: fmlacienvenado.com