La Municipalidad de Venado Tuerto resolvió dejar congelada la tarifa para taxis y remises por los próximos tres meses, respondiendo al pedido de la mayoría de los trabajadores del rubro, a pesar de que la ordenanza vigente establece que debía realizarse un ajuste en el corriente mes.
En la mañana del miércoles se realizó una reunión en la que participaron representantes de las empresas de remises y taxistas de Ceprotax (que trabajan en la Terminal) y los que se desempeñan en la parada de avenida Casey, que fueron recibidos por la subsecretaria de Gobierno, Emilce Cufré, el concejal Germán Mastri y otros miembros del Ejecutivo.
“Si bien había un sector que pedía el aumento, la mayoría decidió que no, con el compromiso de revisar los montos en tres meses. Y en este caso optamos por acompañar el pensamiento de la mayoría y de manera excepcional no vamos a realizar el aumento en abril, con el compromiso de volver a reunirnos en tres meses para ver cómo está la situación del país y la realidad de ellos”, informó Cufré tras la reunión.
Haciendo un repaso, la subsecretaria señaló que “el aumento de tarifas se pedía en el Concejo y luego se determinó la utilización de una fórmula polinómica que contempla distintos gastos ligados al mantenimiento del vehículo, como cubiertas, seguro, combustible, GNC, etc. A través de los presupuestos actualizados de cada elemento se evalúa el porcentaje de alteración de la tarifa y se realizan dos actualizaciones anuales. La primera de ellas es a fines de marzo, para aplicar el aumento en abril”, indicó.
En esta oportunidad la fórmula marcó que la tarifa se debía incrementar un 5,32 % “porque los presupuestos que tomamos en relación a septiembre revelaban que algunos rubros habían bajado de precio”, explicó la funcionaria. Sin embargo, “nosotros siempre buscamos el consenso porque siempre aparecen distintos criterios. Escuchamos la realidad de cada uno y un grupo importante de remiseros y los taxistas de Ceprotax no querían el aumento”.
El último incremento para taxis y remises se aplicó en octubre del año pasado, con una suba del 28 %, llevando a 20 pesos la bajada de bandera, 1,50 pesos cada 100 metros y 1,50 pesos por cada minuto de espera.
“Es un servicio público que vio reducida la demanda de viajes, y la mayoría entiende que un nuevo aumento empeorará la situación. Por eso optamos, más allá de la letra de la ordenanza, por adaptarnos a la realidad”, especificó.