Tras soportar dos años de duros golpes, finalmente cerró sus puertas la tradicional fábrica de quesos “Magnasco”, ubicada en Runciman, a 15 kilómetros de la localidad de María Teresa sobre ruta 14, pero cuyos campos se encuentran en el distrito de Santa Isabel, a 173 kilómetros de Rosario. Como saldo, 26 familias perdieron su principal fuente de ingreso de esta planta, que comenzó a funcionar a mediados de la década del 20.

Quien realizó declaraciones en las últimas horas al respecto, fue uno de los exencargados de la planta y miembro de la comisión directiva de la Asociación de Trabajadores de la Industria Lechera de la República Argentina (ATILRA), seccional Totoras, Juan Monsalvo. “Es para destacar que de los 26 empleados, 11 de María Teresa y 15 de Santa Isabel, todos fuimos indemnizados”, dijo en primer lugar, para recordar que “hace dos años que veníamos mal”.

Según Monsalvo, junto a sus compañeros optaron por negociar y no estirar la pelea gremial, porque en el contexto nacional varias son las firmas vinculadas a la industria lechera que atraviesan un panorama difícil y cuyos acuerdos con empleados se están estirando en el tiempo. “La gente no quería eso. ATILRA nos dio la opción de que decidiéramos por nosotros mismos. Nos aconsejaron que si estaba la indemnización del 100%, cobremos y nos retiremos”, aseguró.

En este sentido, remarcó que si bien la empresa pudo optar por abonar el 50% de las indemnizaciones, eligió hacerlo por el total que correspondía: “Luchamos bastante. Se peleó hasta donde se pudo. Hubo muchas idas y vueltas. En un primer momento, con el apoyo de la gente, se optó por reducir horas. De ocho a seis horas por día para dar ayuda a la empresa durante seis meses. Luego reactivamos con el sueldo total hasta llegar al cierre definitivo”, enumeró.  

No obstante, reconoció que las ventas no acompañaron, sumado a las inundaciones que vienen azotando a la región y la apertura de las importaciones. “Fueron muchas las PyMES que cerraron en el país. Nosotros lo veíamos venir pero no queríamos llegar a esto. Pero tampoco estábamos dispuestos a aguantar una pelea de meses sin saber en qué iba a terminar. La empresa cumplió y ATILRA nos dio el apoyo necesario para que decida la gente. Eso es lo importante”, agregó.  

Por último, lamentó la situación con la que se están encontrando hoy en día muchos de sus compañeros, que durante 15 o 35 años, solo se dedicaron a trabajar en la quesería: “Es bravo para aquellas personas que tienen edad avanzada. Es difícil retomar otro trabajo mientras no está la situación bien en el país. Asimismo tienen ayuda de desempleo pero no es lo mismo. La gente quiere trabajar. Ir con un sueldo a su casa. Para el pueblo que es chico es un golpe duro”.

Dos pueblos en el medio

Quienes también se pronunciaron sobre el cierre de “Magnasco”, fueron los presidentes comunales de Santa Isabel, Jorge Raverta, y María Teresa, Cristina Gómez, respectivamente. Es que la firma daba trabajo a familias de ambas localidades, por lo cual los dos gobiernos están abocados ahora a ofrecer respaldo y asesoramiento a los exempleados de la fábrica.

“Para una localidad chica como la nuestra, de 4.500 habitantes, tener 11 familias en la calle y sin trabajo es doloroso. Es complicado reinsertarlas porque casi todos tienen una edad donde no es fácil conseguir trabajo en este momento. Por eso desde la Secretaria de Producción estamos ofreciendo asesoramiento para ver cómo invierte cada familia ese dinero que van a disponer ahora de indemnización”, señaló Gómez.

También, aclaró: “Hace un año y medio hubo amenazas de despidos. No de cierre. Hubo acuerdo con los dueños y en ese momento junto al presidente comunal de Santa Isabel nos reunimos con los empleados y responsables de la fábrica. Estuvimos con el Ministerio de Trabajo y acordaron prestar servicio menos horas por un tiempo y pudieron seguir adelante. Pero es una fábrica que hace bastante se ve perjudica debido a la libre importación, las inundaciones y que sumado a eso no se modernizó”.

Por su parte Raverta, remarcó que en el predio de 3200 hectáreas que tributan en su Comuna, se producían 30 mil litros de leche por día el 2015 “y por las inundaciones, actualmente apenas llegaba a la mitad de ese total”. “Hoy tienen afectadas 1800 hectáreas. Tenían 35 empleados y pasaron a 26. Pero sumado a esto, tuvieron trabas con la comercialización con Estados Unidos. Hoy, con menos cantidad de empleados y de campo disponible para trabajar, los números no rendían para seguir adelante”, indicó.

“Afortunadamente –prosiguió- la firma les dio la garantía de que toda la producción almacenada era para cubrir las indemnizaciones. Les propusimos también formar cooperativas, avanzar con el Ministerio de la Producción de Santa Fe, pero la decisión es firme. No hay vuelta atrás. Ojalá en el futuro pueda volver a reactivarse”, remató.

 

Pioneros en el país

Si bien la oficina principal está ubicada en la Ciudad de Buenos Aires, “Magnasco” tiene sus tambos distribuidos por las provincias de Córdoba y Santa Fe. Fue fundada en 1855 y actualmente es dirigida por la cuarta y quinta generación de descendientes de su fundador, por lo cual es reconocida como la empresa láctea más antigua del país.

Su fuerte es la elaboración y comercialización de productos derivados de la leche y la explotación agrícola ganadera. A partir de su creación, y sin perder su carácter de empresa familiar, siempre tuvo un lugar preponderante entre las industrias del sector.

Durante los últimos años, los principales mercados externos fueron los Estados Unidos, el Caribe y Brasil. La Empresa utiliza exclusivamente leche proveniente de sus tambos de modo que la calidad y la consistencia pueden ser aseguradas en cada etapa del proceso.

En 1900, registró y creó el queso de postre “Chubut”, la primera marca de queso argentina que habría de convertirse en el sinónimo de un tipo. Desde entonces, comenzó a extender su línea de productos hacia quesos típicamente italianos (como el Reggianito, el Sardo y el Provolone), además de los conocidos Edam y Gruyere.

Corriendo la década del cuarenta, con la tercera generación al frente, la firma comenzó a abastecer la creciente demanda del mercado internacional. 

Fotos: Nicolás Vilchez

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Mario Maestu