“Los 60 millones de pesos fueron utilizados para la obra. Eso lo pusieron en valor y felicitaron a la gestión municipal del intendente (José Freyre) por haber administrado de manera correcta. No hubo un peso derivado para otra cosa”. La referencia del subsecretario de Obras Públicas, Pablo Rada, se inscribe en la gestión conjunta ante Nación que permitió destrabar la obra del Gasoducto Regional Sur (GRS).

El encuentro multisectorial de la semana pasada, en el Ministerio de Energía, trajo dos novedades: la no exigencia de las estaciones reductoras dentro del presupuesto global y la autorización para ampliar el GRS en 44 kilómetros, lo que permitirá aumentar considerablemente las 3 mil conexiones iniciales para la región (1.800 en Venado).

“Hoy la obra vale 125 millones y hay 128 millones disponibles, pero de allí hay que pagar un resto de los caños, cerca de 1,5 millón de pesos. O sea que aun así nos alcanzaría el dinero para hacer toda la obra. Quedan afuera las estaciones reductoras, que a valores del 2014 nos alcanzaba. Nos autorizan a negociar el financiamiento de las reductoras con Litoral Gas, la Secretaría de Energía de la provincia y el Ministerio de Energía, pero ya no a costo del Municipio”, explicó Rada en diálogo con LT29.

El funcionario comentó que “en el acta original nos pedían que las reductoras, presupuestadas en cerca de 80 millones de pesos, si queríamos el dinero para hacer la obra, había que financiarlas en simultáneo, alrededor de 10 millones de pesos por mes, algo imposible” para las arcas municipales.

Y brindó su evaluación sobre la respuesta obtenida: “Nos sacamos dos mochilas, porque Supercemento ratificó por nota que renuncia al contrato por las reductoras sin reclamo alguno, y estamos hablando de un contrato firmado hace casi tres años. Insisten en que quieren hacer la obra pero se retirarían de las reductoras”.

Más adelante, el subsecretario señaló que “una vez terminados estos 44 kilómetros del GRS, están obligados a hacer otros 44. Ojalá en simultáneo a la obra se vayan haciendo las reductoras, que la idea es hacerlas con redeterminación de tarifas. En consecuencia, podríamos duplicar o triplicar los tres mil servicios disponibles para todas las localidades”.

 

Administrar con inteligencia

En otro tramo de la nota, Rada confió que “la obra dura ocho meses, clima mediante. Va por el borde de caminos rurales y comunales, algunos con problemas de anegamiento, pero queremos que arranquen. Con el acta compromiso firmaríamos una adenda (agregado) del contrato con Supercemento por la renuncia a las reductoras. Nos mandaron el nuevo valor, que nos deja dentro del presupuesto, pero hay que ser inteligentes para administrar porque esos 128 millones deben alcanzar para los ocho meses de obra, y si en medio hay un proceso inflacionario el tema se complica”.

Finalmente, el titular de Obras Públicas reveló el esquema propuesto para asegurar el equilibrio financiero: “Proponemos, y esperamos el acompañamiento del Ministerio, que en vez de adelantar el 20 %, como lo determinaba el contrato, hacerlo por el 40 % en concepto de anticipo financiero, la empresa realizaría la obra sin ningún ajuste, lo que constaría en un acta, siempre que cumpla con tiempos y plazos. De ese modo, los municipios no tendrán que hacer ningún esfuerzo financiero. Es más, le quedaría al Estado nacional un ahorro de cuatro millones de pesos”.

 

 

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Laboratorio de Analisis Clínicos

Mario Maestu