En la tarde del jueves se festejaron los 75 años de la fundación de la Casa del Niño, con presencia de autoridades municipales y entrega de presentes a exdirectivos y colaboradores de la institución.
En la oportunidad hubo un recuerdo especial para el médico fundador Carlos Cobeñas, figura clave del proyecto ideado por vecinos filántropos preocupados por la salud de niños humildes, que decidieron brindarles servicios gratuitos a través de consultorios externos, que hoy abarcan odontología, psicología, fonoaudiología, nutrición y psicopedagogía, atendidos por diez profesionales: Adriana Boccanera, Bernarda Abraham, Camila Canal, Dalma Milanesio, Eliana Imbern, Evelyn Romos, Evelyn Wheeler, Florencia Caffaratti, Lucía Carpio, Mariela Ledesma, Mario Zimotti y Noelia Gamboggi, quienes asisten a unos 50 niños por semana.
Casa del Niño y Canea, dos instituciones que trabajan en forma paralela, pero integradas, nacieron en una etapa dorada de la ciudad, donde vecinos se unían y pensaban en proyectos que favorecieran el desarrollo de la incipiente Venado Tuerto. Estas entidades, forjadas en el empuje de hombres y mujeres que dieron en forma desinteresada, tiempo y conocimiento para fortalecer las generaciones futuras, siguen con su prestigio intacto y son reconocidas por la comunidad.
En la ocasión, el intendente José Freyre tuvo palabras elogiosas para con las autoridades de la comisión directiva actual y las que pasaron durante estos 75 años de solidaridad y compromiso con la niñez.
Participaron del acto, los funcionarios municipales Alejandra Filippetti, Norma Orlanda, Patricio Marenghini, Sebastián Roma y Silvia Ugolini, como también el diputado provincial Julio Eggimann, quienes entregaron presentes alusivos.
La historia
En 1942 surge en un grupo de vecinos la iniciativa de creación de la Casa del Niño. Por ese entonces funcionaba en Pellegrini 645. Se procedió a la creación de la comisión directiva, siendo el presidente Julio H. Molina, quien comenzó las tareas de organización; así se formó un cuerpo médico que ofreció amplia y espontánea colaboración profesional, y la incorporación desinteresada de odontólogos.
El 7 de junio de 1942 se inauguró, siendo su director el Dr. Alfredo J. Cobeñas. Al día siguiente comenzó la atención al público. En 1945 la Intendencia de la ciudad, a cargo de Miguel Tonelli, adjudicó una parcela ubicada en Rivadavia y Pavón para la construcción del edificio propio.
El 9 de julio de 1946 se colocó la piedra basal de la futura construcción del edificio. Después de concretarse la primera aspiración, la comisión no se detuvo y comenzó a proyectar Canea (Casa del Niño Escuela de Adaptación), que abrió sus puertas el 26 de abril de 1966.