El Presupuesto Participativo (PP) es una herramienta de democracia directa que permite a la ciudadanía incidir o tomar decisiones referentes a los presupuestos públicos, tanto a nivel estatal como a nivel autonómico o local. Es un instrumento de gestión pública donde la sociedad civil organizada y el gobierno local, de manera concertada, priorizan la inversión de los recursos públicos, materializados en proyectos de inversión.
En 2017, desde el Municipio de Venado Tuerto, se apostó fuertemente al relanzamiento del Presupuesto Participativo, herramienta fundamental de los vecinos en lo que se refiere al desarrollo planificado de la ciudad.
Desde el lanzamiento del PP en Venado Tuerto -creado por ordenanza en 2010-, los vecinos fueron proponiendo obras y mejoras en cada una las zonas en las que está dividida la ciudad (algunas de las cuales finalmente se hicieron por gestión municipal) ya que estaban previstas en el plan de urbanización del Municipio, otras no fueron aprobadas por el Concejo (requisito previsto en la ordenanza) y, finalmente, gran parte de ellas se concretaron en tiempo y forma, pero fue quedando de cada año un remanente, por distintos motivos.
En el 2017, desde el Ejecutivo se acordó que era prioritario terminar las obras y mejoras adeudadas a los vecinos, para luego retomar las asambleas y plantear nuevos proyectos.
Una convocatoria a las asambleas realizada a mediados de año, tuvo el resultado esperado y en estos espacios de encuentros se plantearon proyectos y necesidades que luego pasan por un proceso burocrático que, según reconocieron los responsables, merece una revisión para agilizar su efectividad y dar la merecida respuesta a la expectativa de los ciudadanos. En forma paralela, desde el Ejecutivo se aceleraron las acciones para finalizar proyectos pendientes de años anteriores, algunos de mayor valor como el SUM de barrio Santa Rosa, otros de cumplimiento más sencillo como colocación de nomencladores o garitas de colectivos; otros muy necesarios como la instalación de semáforos en esquinas de alto conflicto vehicular, hasta veredas en las plazas o arreglos en las vecinales.
La tarea de convocar a los vecinos, controlar avance de obras y dar explicaciones en el Concejo estuvo a cargo de la entonces secretaria de Gestión y Participación Ciudadana, Norma Orlanda, conjuntamente con los coordinadores de Presupuesto Participativo, Rodrigo García Lacombe, y de Vecinales, Hernán Porta.
“En 2017 logramos la culminación de gran parte de obras adeudadas, como la remodelación y las veredas de la plaza de barrio San Vicente; también avanzamos con el SUM de barrio Santa Rosa, al que se le están colocando las aberturas. Concluimos la colocación de tanques de agua potable en lugares donde no había. Además, colocamos garitas y nomencladores, se hicieron arreglos en vecinales, etc. Todos proyectos votados por los vecinos”, puntualizó García Lacombe.
“Otra de las cuestiones de relevancia fue recuperar la confianza de los vecinos que asistieron a las asambleas que realizamos en los meses de mayo y junio, donde trabajamos en forma conjunta con el coordinador del área Vecinales, Hernán Porta. En la oportunidad recibimos las propuestas de nuevas obras que deberán realizarse en 2018. Fue un trabajo con muy buenos resultados”, aseguró el funcionario.
Etapa de factibilidad
Respecto a la demanda de los vecinos, García Lacombe advirtió que muchas veces piden obras que ya están en la planificación de las áreas municipales o de la provincia.
“También nos encontramos con obras que ya están incluidas en el PP y que se van a realizar en tiempo y forma, porque ya están presupuestadas. Luego de la votación en las asambleas pasamos por el proceso de factibilidad, es decir que se trata de obras se pueden realizar de acuerdo al dictamen de las distintas áreas del municipio. Luego hicimos una reunión con los delegados para informarles cuáles tienen visto bueno y se pueden presupuestar y en ese proceso nos encontramos en este momento. Esto nos lleva una demora porque no sólo interviene el Ejecutivo, sino que también debemos tener presupuestos externos para poder comparar precios. El paso que sigue es una nueva asamblea con los valores ya establecidos, donde los vecinos votarán los proyectos prioritarios para cada sector”, resumió.
Los vecinalistas
Por su parte, Hernán Porta, consideró que en esta nueva etapa del PP muchos vecinalistas tuvieron un papel primordial no sólo en la convocatoria y armado de las asambleas, sino también en el monitoreo previo para determinar cuáles eran las necesidades reales de las zonas en las que está dividido el PP, para que su resolución de satisfacción a la mayor cantidad de vecinos posibles y no solamente resuelva situaciones individuales.
“Para prever esa posibilidad nos reunimos con anterioridad y esto nos permitió dar agilidad a las asambleas y también valorar las prioridades, esto lo vimos con la aceptación de las propuestas de gran parte de los asambleístas”, expresó Porta.
Y aclaró, además, que en esta etapa no sólo se apuntó a la obra pública, sino también se promovió la presentación de propuestas de orden cultural, como la prestación de algunos talleres, docentes niveladores y hasta la presencia de un regador en determinado barrio. Luego el Ejecutivo determina la factibilidad.
Pendientes
Finalmente, García Lacombe admitió que quedan obras pendientes de años anteriores, pero también aseguró que las mismas se van a concretar en el corto plazo y en caso, donde por la antigüedad, hay diferencia en los presupuestos, el Municipio lo absorbe por administración, pero no es obstáculo para que se concrete todo lo aprobado.
“Se vuelve a apostar a esta herramienta porque gran parte de las obras aprobadas están por finalizar y podemos empezar a dar el dinamismo propio de la participación ciudadana”, dijo.