Hasta hace casi 30 años,  la localidad de Murphy contaba con un solo centro de salud para atender a toda su población. En el Samco, dependiente de la Provincia, había cinco cargos profesionales. Eso cambió. Actualmente, se trata de uno de los pocos pueblos del departamento General López que además de contar con esa estructura provincial dispone de un Centro de Salud modelo, enteramente funcionando bajo gestión comunal.

En el centro Juan Vidallé se brindan servicios de medicina clínica, pediatría, ginecología, radiología, bioquímica, dentista, psicopedagogía y enfermería. Se entregaron alrededor de 35 mil medicamentos y al año se realizaron más de nueve mil consultas.

La Dra. Graciela Lagna es pediatra y está en el Centro desde hace 29 años. Entró al Centro de Salud Comunal Juan Vidallé cuando era un incipiente Centro Materno-Infantil, donde estaban ella y una mucama. “Después se fue agrandando”, comenta Graciela. Y enumera: "Se sumó una odontóloga y se instaló el vacunatorio". Recuerda que “por las tardes llegaba el doctor Blasón para intercambiar pareceres sobre los pacientes y ver cómo estaba todo”. Blasón había sido su profesor de Anatomía, y después compartieron el trabajo. “Esos son recuerdos maravillosos que quedan”, dice, y describe que solo entre pediatría y la clínica, hoy reciben más de 500 visitas mensuales; que todas las prestaciones son gratuitas y que lo único que se cobra son las placas para rayos por su alto costo.

Salvo dos sueldos del Programa Sumar, el resto es sostenido por la Comuna. Para los medicamentos hay aportes del programa Remediar, que depende del gobierno nacional, y otras asistencias de la Provincia. Pero más allá de esos aportes ínfimos el enorme esfuerzo siempre lo realizó la comuna local. “Esto fue un poco a pulmón. En esa época yo trabajaba en el hospital. Así que empecé a hacer todas las estadísticas. Y fuimos logrando pequeñas cosas”, detalla Lagna.

La médica hoy destaca el trabajo diario, mejorando el servicio de salud pública y brindando la cercanía de especialistas de forma permanente, pero subraya la importancia de que una comuna se haga cargo de reforzar los servicios de salud, que corresponde como obligación al gobierno provincial. “Si ellos –la dirigencia comunal- no se hubieran interesado en la salud, solamente estaría el Samco. Fue una decisión importantísima, porque a Emilio Marciano le preocupaba mucho la salud de los niños. La salita nació a partir de una charla con él en un velorio. Emilio tiene el mérito de crearla, y Marcelo (Camussoni) de sostenerla y ampliarla”, apunta.

Esa determinación, para una Comuna, “implica pensar en soluciones para la gente pero crearse lo que podría leerse como un “enorme problema evitable” para una administración local. Sabido es: seguridad, salud y justicia son responsabilidades de la provincia, y no de los municipios o comunas”; señala. Constituye una verdadera decisión el sostener el trabajo cotidianamente: “esto es una prolongación nuestra. Se hizo con mucho esfuerzo y se intentó llegar a esto. Y una vez que lo reconocieron y lo valoraron en el pueblo fue una alegría. Yo creo que todos los vecinos saben lo que significa este centro de salud para Murphy”, dice Lagna.

Un significativo porcentaje de la recaudación comunal se destina para garantizar la calidad de las prestaciones del Centro. Lagna señala que es muy bueno el acompañamiento de la comunidad y que asisten absolutamente todos, sin distinción de condición económica o social. 

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Laboratorio de Analisis Clínicos

Mario Maestu