A solicitud de un grupo de vecinos, el director de Prevención Comunitaria Homero Domínguez de Soto y agentes de la GUP (Guardia Urbana Preventiva), junto a concejales y vecinalistas, efectuaron una recorrida por el barrio San Vicente, donde se interiorizaron sobre distintos hechos de inseguridad que ocurren en el sector y sus modalidades.

El funcionario recabó datos de interés con propósitos preventivos, pero también colectó inquietudes en torno a la necesidad de una mejor iluminación o la limpieza de los terrenos baldíos, escenarios propicios para el delito.

“Dando un paso más al proyecto de tener un único cuerpo de inspectores, nuestros agentes de la GUP fueron capacitados y comenzaron un relevamiento en todo el barrio San Vicente, respecto a baldíos y obras de construcción sin frentes cercados; a sus titulares los notificaremos desde Inspección General dándoles un plazo de cinco días hábiles para limpieza y cercado, y ante el incumplimiento pasaremos las actuaciones al Tribunal de Faltas, que podrá ordenar a Servicios Públicos ingresar a esos terrenos particulares para limpiarlos”, explicó Domínguez de Soto.

En efecto, la norma indica que el Municipio solo puede efectuar tareas de limpieza y mantenimiento desde la línea de edificación hacia la vía pública, y el ingreso a un terreno privado deberá ser autorizado previamente por el Juzgado de Faltas.

El trabajo de limpieza de la cuadrilla tendrá un cargo para el titular del baldío, que será incorporado en la tasa municipal.

“Este es un trabajo preventivo que veníamos haciendo pero ahora focalizado al barrio San Vicente, por inquietud de vecinos que en algunos casos no fueron víctimas de robo pero que sí comparten el mismo estado de alerta por la oscuridad o por un baldío cercano, en el temor que puedan ingresar a sus viviendas”, amplió el director de Prevención Comunitaria.

Este dispositivo de prevención situacional y ambiental busca generar entornos más seguros.