#ANAHI, necesita ayuda. Tal vez la conozcas porque te la has cruzado en las calles venadenses. Y sino... ¡te la presentamos en estas fotos! Hermosa, llena de vida.

💙 Necesitamos tu apoyo 💙 Transcribimos, al pie de esta publicación, una nota realizada por su médico psiquiatra, el Dr. Miguel Giulietti en el Diario El Informe. Te invitamos a leerla.

Pedimos que los FUNCIONARIOS PUBLICOS consideren el caso de Anahí en cuanto a la medicación adecuada para ella e invitamos a toda la ciudadanía a pensar en un proyecto creativo donde ella pueda desplegar su potencial.

El equipo de IMAGINA, ya en contacto con Anahí, se reunirá con ella con este propósito.

¿ Cómo puedes ayudar a ANAHI?

💙 Escribe YO APOYO a ANAHI en esta publicación, para sumarte al pedido de IMAGINA y visibilizar su necesidad.

💙 y/o Envíanos un mensaje privado si tienes un proyecto creativo en mente para ella o si deseas sumarte a nuestro equipo de trabajo.

Muchas gracias,

IMAGINA,

un mundo mejor es posible

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Transcribimos el pedido de publicación realizado en el Diario El Informe (página 8 del 20 de enero), del Dr. Miguel Giulietti, Psiquiatra, MP6091.

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"ANAHI, te pedimos perdón.

Anahí es su nombre. Anahí Reinoso. Una bella joven que cuando la ví por primera vez tenía 21 años (hoy tiene 25). Su mundo está pleno de sueños a concretar. Probablemente, para algunos no muy advertidos, no sea evidente su dificultad física.

Secuelas de un accidente que ocurre a sus tempranos 10 años, cuando su realidad se trastoca, consumiendo la energía de su niñez y adolescencia en comprender que tenía que atravesar un proceso de adaptación a un mundo que la volvió invisible.

Tuvo que realizar ingentes esfuerzos en este nuevo proceso de volverse visible. Por supuesto que no todos pudieron verla, por lo que su psiquis quebró y sus emociones se afectaron. Es allí cuando la veo por primera vez comprometiéndome a ayudarla y brindarle un soporte profesional por todo el tiempo que sea necesario.

Comienzo a tratarla desde 2013 y me voy adentrando en su vida, descubriendo que es una piedra preciosa que sólo hay que pulir para que el brillo surja a pleno. Ese brillo depende del compromiso y la ayuda que le puedan brindar. Por upuesto, sin tener en cuenta la magritud de una pensión que logró por propio esfuerzo (más allá de no cubrir su dignidad, tiene que ayudar a la familia), no pudo tener acceso a la ayuda de los que se dicen políticos, que dicen trabajar para el pueblo, brindando favores con retorno de favores.

Párrafo aparte: Aristóteles decía que el hombre es un animal político. Hoy está bastardeado ese concepto y debería primar lo que el hombre fue y debería haber seguido siendo, desde el inicio de los tiempos: el hombre como un ser social. Gracias a esa comunión social tiene como espíritu motor, la empatía, la participación afectiva en los sentimientos del otro, rara y casi desconocida condición, sine qua non para brindar ayuda, pero despojándose de intereses mezquinos. Esa condición fue desapareciendo, dando lugar al nacimiento de la política, tal cual la conocemos hoy.

Anahí necesita ayuda, pero el único favor que tiene que devolver es su sonrisa, su voz brillando en el canto, su habilidad para la natación y los dibujos y pinturas que está comenzando a realizar con la boca (además del sueño incumplido de poder estudiar).

Está medicada desde aquel momento, y luego de intentar con distintos fármacos, el cual es el que la está sosteniendo en equilibrio, y está volviendo a soñar y a tener planes. Hasta ahora está consiguiendo la medicación a través de muestras médicas y a algunas compras en forma particular.

En 2014, se solicitó formalmente se le provea dicha medicación por parte del Ministerio de Salud de la Provincia, a través del Hospital local. En ese momento se consideró que la solicitud no era adecuada y que la provisión se efectuaría si se cambiaba la medicación por la que el Ministerio provee.

A fines de 2016, en un segundo pedido, solicitan que fundamente las razones por las que no se puede cambiar el medicamento. Más allá de la fundamentación científica presentada, la paciente está estable con la actual suministrada (razón que se fundamenta a sí misma), luego de intentar con otras drogas.

Además, el diagnóstico que el Ministerio maneja no es correcto, reiterando en Nota Nro. 9275, con fecha 21/12/2016, que la solicitud no se considera adecuada.

Adecuado: “Que se acomoda a ciertas condiciones o resulta conveniente en determinadas circunstancias”.

Se podría inferir, tal vez equivocadamente, que la convivencia está por encima de la necesidad. Nunca se ha tenido en cuenta la necesidad y condición particular e individual de salud emocional de Anahí.

Me gustaría pensar que las doctoras Silvia Tassoni y Lucía Chiavertti, quienes suscriben la negativa del Ministerio (y la Dirección del Hospital Alejandro Gutierrez de Venado Tuerto), no son psiquiatras, y que además no conocen a Anahí, que no saben que a Anahí les faltan los dos brazos (sólo tiene muñones en los hombros), que depende que alguien la bañe, la higienice, y que en algún punto depende su estabilidad emocional de una medicación “adecuada a las circustancias”, y “que se acomode a la necesidad y no a las condiciones impuestas”. Es altamente probable que no comprendan la dimensión del dolor de no poder abrazar a alquien, de jamás tener el regalo de percibir el universo infinito de experiencias que se abre a través del tacto.

Creo que es bueno aclarar que la medicación que ella se administra oscila entre 100 y 500 pesos – por mes – (no dólares), según el laboratorio que la produce.

También es justicia dar a conocer que ella se maneja independientemente por la ciudad, gracias a un triciclo, invento absoluto, surgido del amor puro y desinteresado del vecino Enrique Demarchi.

Anahí necesita ayuda, por encima de la medicación. No paralicemos sus sueños en una perversa telaraña construída con la hipocresía más absoluta disfrazada de burocracia, la que a su vez disimula sentimientos tan negativos, como insensibilidad, desinterés, indolencia, desprecio, desafecto y desamor.

 

 

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Laboratorio de Analisis Clínicos

Mario Maestu