Una vez por mes el equipo de servicio social de la comuna de Murphy, integrado por una abogada, una trabajadora social y una psicóloga, conjuntamente con distintas instituciones del pueblo realizan reuniones, para repensar y debatir las formas de abordar diversas problemáticas de la comunidad, como por ejemplo el incremento en la cantidad de denuncias por casos de abuso sexual (“se trabaja con las escuelas para detectar indicadores en niños, niñas y adolescentes que requieran de diferentes intervenciones”, relatan), o pensar grupalmente de qué manera responder ante los chicos que quedan excluidos del sistema educativo, las dificultades que el sistema legal impone, entre otras.
Forman parte del espacio el equipo de servicio social de la comuna, el espacio de primera infancia, el jardín de infantes, la escuela primaria, la escuela secundaria, bachillerato para adultos, el Centro de Salud Vidalle, el Samco, la policía, el juzgado de paz y bomberos. Estos encuentros fueron generados para pensar estrategias eficientes al momento de dar respuesta a las problemáticas sociales del pueblo. En este camino, la generación de “protocolos” de intervención para abordar distintas situaciones resulta clave, observando la importancia de contar con dispositivos de intervención eficientes en situaciones conflictivas.
La licenciada en trabajo social Natalia Compagnucci, quien coordina el equipo de servicio social, afirma que “el trabajo del equipo se ha complejizado en los últimos años, esto implica un repensar constante de las prácticas cotidianas. Por otro lado, si bien es un desafío constante, a su vez enriquece al interior del equipo contar con el apoyo en un ámbito de intercambio institucionalizado, que se reúne mensualmente, con una red de instituciones y el aporte de los distintos actores de la comunidad.
Melisa Ruiz Carriedo (abogada del equipo) hace hincapié en la importancia de la comunicación entre las instituciones, “lo cual ha mejorado mucho en este último tiempo, volviéndose más fluida y permitiendo así una mejor labor”, según señala.
Por su parte, María Celeste Rubio (psicóloga) plantea que “es muy importante insistir en todo aquello que emerge en relación a la deserción escolar, es nuestro gran objetivo que los jóvenes no abandonen la escuela, que nos interroguemos qué sucede con estos adolescentes y poner el foco en alojarlos desde todas las instituciones”.
“En las instituciones conviven distintas miradas y tradiciones metodológicas, mediante esta práctica de realzar intercambios interinstitucionales, se busca encontrar nuevas modalidades ante las problemáticas que tengan que ver con inclusión y contención. Encontrar esa armonía es un gran desafío”, concluyen. Las reuniones son mensuales, y participan alternativamente las instituciones que pueden tener algún vínculo con cada una de las problemáticas desde las distintas aristas. Una experiencia virtuosa, de análisis, discusión e intervención sobre los conflictos que a partir de una enorme variedad de miradas traza estrategias comunes para abordar las distintas situaciones.
