El lunes 6 de mayo la Comuna de María Teresa hizo entrega de ocho viviendas a familias que se encuentran en una situación de vulnerabilidad socioeconómica, con ingresos que no son estables, empleados en trabajos informales, como cuentapropistas o con changas ocasionales. Una condición del programa es la presencia de ingresos que no superen la cantidad de dos ingresos mínimos, vital y móvil. Cada una de las historias de estas ocho familias emocionan, y la combinación de inclusión social con la apuesta al trabajo local ensanchan el virtuosismo de esta política implementada desde hace años por la actual presidenta comunal de esa localidad María Cristina Gómez, junto a Gonzalo Goyechea.

Desde la Comuna indican que cinco de los grupos beneficiarios se constituyen como familias nucleares con padre, madre e hijos; y una de las familias está conformada por una pareja de adultos mayores que después de toda una vida de trabajo, de la mano de la Comuna de María Teresa, lograron la vivienda propia. Ellos también habitan con su hija y su nieto.

Además, hay tres familias en donde las madres son quienes generan el sustento y están solas al cuidado de sus hijos, encargándose íntegramente del sostén familiar. Dos de estas familias son numerosas: poseen más de tres hijos. En una de ellas hay un bebé que aún no cumplió un año. De esta manera, la nueva vivienda les cambia la vida rotundamente, proporcionando un resguardo y continuidad en el tratamiento y elevando su calidad de vida.

La posibilidad de mejorar la situación de existencia y reforzar los vínculos afectivos en un ámbito común y en condiciones dignas, lleva a destacar otra situación desde la gestión comunal como el caso de una familia con la presencia de una niña con discapacidad intelectual y motora, comprometida con serios problemas respiratorios. Las condiciones de la anterior vivienda en la que moraban hacían que la niña estuviera internada y/o alojada en el hospital local y también en la RAM local, dados los delicados cuidados sanitarios que necesitaba tener.  La niña junto con su madre estaba viviendo en la institución, mientras que la figura paterna y resto de los hermanos habitaban en otra casa que no cumplía con los requerimientos sanitarios necesarios para proteger y prevenir su salud. “Está nueva vivienda si le permite el desarrollo de la niña en un hogar familiar, con el cuidado sanitario necesario y rodeado del afecto de su familia”, resumen desde la Comuna.