El concejal Darío Jeannot hace un resumen de la actividad realizada desde el espacio político que representa, Venado Renace.

Desde que comenzó la pandemia de COVID-19 el grupo que integra Venado Renace duplicó su trabajo y, como representante legislativo de ese espacio, me siento orgulloso del equipo que formamos. Mi intención no es publicar cada paso que damos ni cada cosa que hacemos, pero pienso que un repaso de vez en vez no viene mal; particularmente porque nos debemos a la sociedad que nos eligió.

En el marco de la emergencia sanitaria, cuando detectamos que no se conseguía alcohol o que se vendía a precios usurarios, estuvimos repartiendo en las colas de los bancos y en lugares donde había aglomeración de personas. Todavía estaba lejos la cuarentena y sus devastadores efectos.

Seguimos asistiendo a más de 150 familias con un bolsón de emergencia y sumamos ayuda hasta gastar el último centavo de mi sueldo y de los aportes que hacen los integrantes del grupo. Pudimos continuar gracias a la solidaridad de mucha gente que, enterada de nuestro trabajo, nos alcanzaron mercadería a nuestro local. Durante una semana estuvimos advirtiendo que era necesario institucionalizar la ayuda para llegar a más gente e, incluso, presentamos una minuta de comunicación para que nos informen qué estaba haciendo el Gobierno Municipal durante esta contingencia. En los últimos días vimos que muchas de las cosas sobre las que preguntamos se respondían a través de los medios de comunicación; pero celebramos que varias de las medidas para paliar la crisis que propusimos en su momento se fueron implementando. No importa quién lo haya hecho, sino que se haya concretado en beneficio de la gente.

Con respecto a un plan de recuperación del comercio, la industria y las PyMEs locales aún esperamos una respuesta institucional. También conseguimos generar una especie de cadena de favores, para llamarla de algún modo. Hace poco habíamos comenzado con la entrega de motoguadañas y jamás pensamos que las cosas tomarían este rumbo. Hoy, ayudamos a algunos huerteros a mantener su predio desmalezado y ellos colaboran con verduras de estación que repartimos en varios barrios humildes de la ciudad y que también entregamos en Acción Social. En ese sentido quiero destacar la enorme colaboración de Federico Clua (horticultor de Venado Tuerto) y de los voluntarios Rubén Lamas y Alberto Cirigliano (demalezadores).

Hoy ponemos en marcha la capacidad ociosa, cuarentena mediante, de mi emprendimiento personal (un restaurante) para fabricar raciones de comida que serán entregadas en distintos sectores de la ciudad, con la ayuda de los demás actores que proveen parte de la materia prima. Agradezco la voluntad de mis colaboradores de cocina que se arremangaron y pusieron manos a la obra. Todo esto es una clara muestra de que cuando se dejan de lado intereses partidarios y egoísmos personales, podemos cambiar el rumbo de nuestra historia.

Sé que todavía nos falta mucho, que tenemos que aprender más y más humildad y servicio, que la crisis seguirá golpeando con mucha más fuerza, somos conscientes de eso y tratamos de aprender en cada acción algo más de todo lo doloroso de esta situación. Ojalá todos, ciudadanos y dirigentes, salgamos fortalecidos de este mal trago que nos toca transitar.

Gracias por tanto. Los quiero y les agradezco todo lo que me enseñan día a día. ¡Un abrazo!

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Laboratorio de Analisis Clínicos

Mario Maestu