En la mañana de hoy martes la Secretaría de Control Urbano y Convivencia municipal realizó un operativo de rutina en una panadería del barrio San José Obrero, donde se detectaron severas irregularidades en materia de higiene y seguridad. Las infracciones fueron tan inadmisibles que se determinó la clausura preventiva.

La tarea estuvo a cargo de personal de las direcciones de Seguridad Alimentaria e Inspección General y se dio intervención al Juzgado de Faltas, que dispuso la clausura preventiva del establecimiento.

“Estamos trabajando en la aplicación de la normativa vigente con el objeto de preservar la salud de los vecinos de la ciudad”, remarcó la secretaria de Control Urbano y Convivencia, Silvia Rocha.

La sanción correspondió a la siguientes irregularidades: acumulación de alimentos sin envasar en el piso, detección de elementos y productos (con riesgo para la salud) en sectores de elaboración, instalaciones eléctricas precarias y condiciones de infraestructura no aptas para la manipulación de alimentos.