Por: Darío H. Schueri – Desde Santa Fe

William Shakespeare, el universal dramaturgo inglés dejó para la posteridad la frase “algo huele a podrido en Dinamarca” en su célebre obra Hamlet. Los biógrafos literarios asemejan esa afirmación –puesta en boca de un personaje secundario de la obra– con la corrupción en un Estado, en este caso novelado Dinamarca. ¿Podría asimilarse con la Argentina actual?

 

¿Hay riesgos de hiperinflación?

Nadie se anima a decirlo con todas las letras; los economistas más “osados” hablan –según sea dentro de un determinado marco de circunstancias políticas– de una probable “espiral inflacionaria”. 

Domingo Cavallo apareció en La Nación+ TV para pedir que no se le ocurra al presidente Alberto Fernández ceder a las presiones del kirchnerismo, que quiere la cabeza del ministro de Economía Martín Guzmán: “Ahí sí, sobrevendría el riesgo de una hiperinflación”, afirmó. 

Institucionalmente, un país que tiene a su vicepresidente conspirando a plena luz del día contra su presidente (al cual ella, la Sra. Cristina Fernández, insólitamente ungió como tal) no preludia nada bueno. Y la sociedad lo olfatea. 

El director financiero del banco digital Voii, Diego Redondo, se pregunta porqué los dólares “libres” (contado con liquidación y blue) caen en términos reales, y la respuesta que encontró está en el rebote de la actividad económica que genera capital de trabajo a través de los dólares atesorados. De todos modos, Redondo es prudente, y acto seguido marca que todo ello se da con fundamentos de la actividad económica muy débiles.

 

¿Y la política? ¿Hacia dónde va?

La política, con su particular instinto de supervivencia, “ajusta la cincha” para montar a un potro bellaco: la sociedad a punto de “morder el freno”. 

No es verdad, creemos nosotros –como aseguran de manera voluntarista algunos actores de la política local– que el panorama nacional vaya a despegarse del provincial, por más que el año que viene para esta época quizás estemos votando en las PASO. Por una sencilla razón: nadie podría garantizar que las elecciones nacionales, al paso que vamos, se lleven a cabo “con normalidad”, esto es, varios meses después de las provinciales. Y eso, los más avezados lo prevén.

 

“Amontonados por el Cambio”

El intendente rosarino Pablo Javkin, aspirante a ser precandidato a gobernador, ensaya un razonamiento lógico pero probablemente irreal: “Que la grieta nacional no perfore la provincia”, y para ello descarta la construcción del “Frente de Frentes” tal como lo imaginan algunos, para hablar de una especie de “Fuerza santafesina”, o como se llamare. 

Javkin cree que el “Frente de Frentes” excluye y no abarca. ¿Mágicamente con el cambio de marca se lograría, por ejemplo, que Rubén Giustiniani o Fabián Palo Oliver formen parte del mismo espacio político con el PRO? ¿O qué el peronista renovador Oscar “Cachi” Martínez viniere a ese convite? ¿A quienes más pretende atraer Javkin bajo el paraguas de una nueva sigla?, ¿a los libertarios de Milei – Espert?

“Amontonados por el Cambio” acuñó Amalia Granata, de nuevo en el escenario mediático nacional, luego de revelar en La Nación + que estuvo reunida con Mauricio Macri, y habla por teléfono con Javier Milei. La excompañera de boleta senatorial de Federico Angelini asegura que personalmente no quisiera formar parte de esa nueva – vieja construcción (contó que se lo dijo “en la cara” a Macri) precisamente aludiendo, sin direccionarlo, a lo que pretende el intendente rosarino. 

De esta manera entonces, ¿Granata estaría más cerca de candidatearse “por afuera”, si es que Milei decidiera armar listas provinciales de su sector? Uno de los que se reúne con Romina Diez, representante de Milei en la provincia, es el diputado Nicolás Mayoraz, el primero en escindirse –antes de asumir– de Amalia Granata.

Posición política la de Granata (“Amontonados por el Cambio”) a la que adscribe también con otras palabras –desde antes que lo dijera Granata-  la líder socialista Clara García.  

Javkin hoy basa sus deseos gubernamentales en el sostén político territorial que pueda darle la dupla Barletta – Scarpín (Mario Barletta ya blanqueó internamente que sería precandidato a intendente de Santa Fe). Dentro de ese sector que ganó las elecciones nacionales el año pasado, Julián Galdeano tendría otra idea: jugar a Carolina Losada como pre-candidata a gobernadora. 

Todos para enfrentar en las PASO al único pretendiente identificado como tal dentro del radicalismo: Maximiliano Pullaro. 

José Corral no quiere que lo dejen afuera; a pesar de haber salido cuarto en las elecciones, ganó esta capital en la categoría concejales con Adriana Molina, y asegura estar hablando con los demás para armar Cambia Santa Fe (¡otro nombre más para el futuro frente!).

El exhombre fuerte de Antonio Bonfatti y lúcido lector de la política, Rubén Galassi, suele decir una verdad de Perogrullo: una casa hay que empezarla por los cimientos. Pareciera que mientras se ponen de acuerdo en la mensura del terreno, algunos ya acomodan los andamios.

 

¿Y el peronismo?

Omar Perotti dejó en claro hace dos semanas con el relanzamiento de Hacemos Santa Fe, que esa será su línea interna (como se decía antes) dentro del peronismo, y que llevará precandidato a gobernador. Lo que se verá sobre la primavera, es si será “pura sangre” o en “cruza con otras razas”: el bielsismo, por ejemplo.

En principio, daría la impresión de que María Eugenia Bielsa llevaría como precandidato a gobernador al senador nacional Marcelo Lewandowski “para enfrentar al candidato de Perotti”, se les escuchó decir a encumbrados bielsistas, entre algunos cuestionamientos, por ejemplo, a esta movida oficial con comunas y municipalidades, de la cual sospechan –no solo ellos– anida una soterrada intención de “buscar la reforma constitucional con reelección para Perotti”.

Algo totalmente inviable, por otra parte. Por ahora, este bienintencionado foro que se está pergeñando desde los ministerios de Gestión Pública y Gobierno, bajo el ambicioso nombre de “Consejo de Ciudades” y el encanto de las autonomías, no es más que una puesta en valor del gobierno, con la figurada pose de los intendentes y presidentes comunales que necesitan una rápida diligencia de sus pedidos. 

El hábil y experimentado intendente radical de San Lorenzo Leonardo Raimundo lo hizo notar muy sutilmente: “Esto después lo charlaremos en nuestros partidos, con nuestros senadores”. El de él es el peronista Armando “Pipi” Traferri.

Como supo decir un extravagante personaje de la política santafesina: “Se vienen días abyectos” para nuestro país.

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Laboratorio de Analisis Clínicos

Mario Maestu