Por Esteban Stiepovich

Uno de los males que ha exhibido nuestra ciudad han sido los autos abandonados en distintos sectores urbanos, convirtiéndose en un peligro para la seguridad pública y una incidencia negativa más para el ambiente, sin olvidar su repercusión en la alteración de la seguridad pública. Este vicio de convivencia es el triste espectáculo de vehículos abandonados en la vía pública, que ocasiona un sinnúmero de problemas y tiene serias implicancias higiénicas, convirtiéndose en muchos casos en depósitos de residuos y refugio de roedores, junto a la obstrucción vehicular y las molestias a las personas. Nuevamente se observa la práctica de ocupar la calzada con estos vehículos, a los que se suman los que transitan por el lugar y su estacionamiento circunstancial, atentando contra la higiene, la salud ambiental, la estética y el tránsito en la urbe  local.

El gobierno de la ciudad, consciente de la problemática expuesta, desde hace un tiempo ha decidido corregir de manera notoria este trastorno comunitario, llevando adelante distintos procedimientos inherentes a vehículos abandonados en la vía pública. En este sentido las autoridades de la Secretaría de Control Urbano han priorizado en su ejecución la situación que generan ciertos talleres mecánicos, que muestran estar rodeados de vehículos y autopartes en estado de deterioro e inmovilizados desde hace tiempo, en algunos casos invadiendo veredas u obstaculizando la normal circulación vial. Una situación que expone el director de Inspección General y Seguridad alimentaria, Stefano Quaglia, en el diario digital Venado24, haciendo saber que a partir de la notificación oficial hay un plazo de diez días corridos para retirar las unidades, disponiendo los infractores de 20 días para acreditar la propiedad del vehículo ante el Tribunal de Faltas; transcurridos seis meses la unidad se incluye en el Programa Nacional de Compactación (Pronacom), que apunta a la descontaminación, compactación y disposición final de automóviles.

Lo señalado evidencia la firme política del área de control municipal, tendiente a erradicar por las causas señaladas todo vehículo en estado de abandono en la vía pública, hecho que atenta –se reitera– contra las normas elementales de convivencia y requiere de estos arbitrios para su superación.

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Laboratorio de Analisis Clínicos

Mario Maestu