Por Darío H. Schueri – Desde Santa Fe
Al menos así lo hicieron saber en tono francamente admonitorio los dirigentes y precandidatos nacionales que el pasado viernes constituyeron en esta capital la Mesa Massa Presidente Centro Norte de Santa Fe. A todo esto, los desalentadores resultados de las PASO del 16 de julio intiman a dirigentes y autoridades a “dejar el alma en la cancha” para dar vuelta el marcador el 10 de septiembre. Luego de la “recuperación” de votos en el escrutinio definitivo con respecto del provisorio, los rostros ansiosos de precandidatos pasaron a ser de desconsuelo, sea por haber quedado lejos de los lugares expectantes en las listas de diputados –o lisa y llanamente afuera de los 28– o el aliento en la nuca del opositor en el caso de Senadores. Lo mismo ocurrió en comunas, municipios y concejalías. “A contrario sensu”, a quienes no creían tener chance alguna, “les volvió el alma al cuerpo” después del escrutinio definitorio: seguirán en carrera.
Todas las miradas peronistas nacionales sobre Santa Fe
Por lo pronto el candidato a gobernador Lewandowaki, tras reunirse la semana pasada con Sergio Massa nos manifestó desconocer si el candidato a presidente de la Nación visitará Santa Fe antes de las elecciones (¿no se lo pidió?). Recordemos que Perotti había anunciado que Massa estaría en Santa Fe el 23 de agosto para la inauguración del gasoducto lechero.
Lo cierto es que en el acto de la Mesa Massa Presidente Centro Norte de Santa Fe, el ministro de Obras Públicas de la Nación, Gabriel Katopodis, le advirtió al peronismo santafesino lo que ocurriría si Sergio Massa perdiese en este territorio: “Santa Fe es el dique que va a permitir evitar que ellos tengan un triunfo nacional; el peronismo de Santa Fe no es cualquier peronismo. Ellos vienen por esta provincia, saben que en el momento que quiebren al peronismo de Santa Fe, después lo otro puede ser un trámite; por eso la responsabilidad de ustedes compañeros y compañeras es enorme, histórica”, avisó “Kato”.
Sin el tono extremadamente admonitorio de Katopodis, su par de Transporte de la Nación el rosarino Diego Giuliano, alentó guapeando: “Nadie va a venir a humillar al peronismo de Santa Fe”; mientras que la directora del Banco BICE María de los Ángeles Sacnún, transitó el mismo camino que sus compañeros de ruta: “El 13 de agosto va de la mano lo nacional con lo provincial”, apercibió.
El presidente del Partido Justicialista, Ricardo Olivera, también presente en el escenario, tomó nota gestual de la “histórica” responsabilidad –con sus probablemente desagradables consecuencias- si Sergio Massa el 13 de agosto no gana en esta provincia.
Por lo pronto, el inmediato antecedente del 16 de julio no abriga demasiadas expectativas favorables. Tampoco el resultado de las intermedias nacionales de hace dos años. Ni mucho menos las encuestas.
Elecciones provinciales: Pullaro contiene sus emociones y quiere lo mismo de los propios. En el peronismo solo reproches
“Acá nadie se salva solo, sino entre todos”, conminó –y reprochó simultáneamente– la candidata a vicegobernadora Silvina Frana, a los dirigentes territoriales citados el pasado viernes en esta capital para conformar la Mesa Massa Presidente Centro Norte, con la presencia estelar de los precandidatos a diputados nacionales.
La candidata a vicegobernadora cayó en la cuenta leyendo el escrutinio, que el binomio gubernamental Lewandowski – Frana no obtuvo, ni cerca en muchos casos, los mismos resultados que senadores, intendentes y presidentes comunales. ¿Desidia, apatía, resignación?
Contrariamente, un par de días antes, jefes comunales y municipales le reprocharon –algunos airadamente- a dos ministros del Poder Ejecutivo el abandono proselitista por parte del gobierno en esta primera parte de campaña, admitido por el propio gobernador Perotti: “No hicimos campaña”, reconoció tras las elecciones.
Marcelo Lewandowski tampoco se privó de pasar facturas: “Esta fórmula tiene que ver con los presidentes comunales e intendentes”, recordó a quienes presionaron al gobernador para bajar a su candidato Roberto Mirabella por él, pero después lo dejaron en la estacada.
Pullaro: “Todavía no ganamos nada”
En el radicalismo pullarista su líder les hizo saber de entrada a los legionarios que “todavía no ganamos nada”, instándolos a redoblar esfuerzos para llegar al Sillón del Brigadier, buscando superar el récord de Carlos Reutemann de 1999, cuando con el 80 % de participación electoral, el “Lole” obtuvo 890.550 jamás igualados votos (Binner en el 2007 sacó 864.524). El pasado 16 de julio el Frente Unidos cosechó la friolera de 980.567 votos, de los cuales 506.277 fueron del precandidato a gobernador.
Pullaro, en un reportaje del diario La Capital dejó en claro que el triunfo “no fue del radicalismo”, sino de “un frente político que se llama Unidos para Cambiar Santa Fe, encabezado por un candidato radical y una mujer del PRO”, quizá buscando exorcizar lo que ocurrió durante los 12 años del FPCyS, donde siempre quedó en el inconsciente colectivo que había ganado el socialismo.
De paso, con la integración de la lista de diputados de Unidos, en caso de llegar a la gobernación Pullaro deberá poner a prueba sus pugilísticos reflejos y cintura política, pues tal como editorializa el colega rosarino David Narciso, la mitad del interbloque oficialista serían legisladores socialistas (14) que no integran Juntos por el Cambio. Seis legisladores serán de la lista que encabezaba Dionisio Scarpín y ocho le responderán a Pullaro. Siempre y cuando se gane esa categoría.
De cara al 10 de septiembre, el ahora candidato ya comenzó a cimentar las alianzas territoriales que lo llevaron al apoteótico triunfo, yendo a saludar inmediatamente después de la elección en toda la provincia a los postulantes propios que ganaron, a los que perdieron y a los que habían jugado con Carolina Losada y ahora lo acompañarán. Se reunió también con el sorprendentemente derrotado intendente de Santa Fe Emilio Jatón y si bien apoya a Horacio Rodríguez Larreta en la interna presidencial, nunca dejó de tener muy buenos lazos con Patricia Bullrich, alabándose mutuamente.
En definitiva, Pullaro sigue planificando su llegada a la Casa Gris con la misma meticulosidad con la que trabajó desde que le dijo a Miguel Lifschitz en el 2015 que renunciaba a la banca de diputado que acababa de renovar, para ocupar el incandescente Ministerio de Seguridad. Y afianzó en el 2021, una semana después de salir segundo como candidato a senador nacional, cuando se puso en marcha decididamente hacia la gobernación.
Lo separan 40 días para cosechar el fruto de tanta planificación y esfuerzo.
La tiranía de los números
Marcelo Lewandowaski (y Silvina Frana) tendrán que emprender una homérica tarea para conseguir en principio 227.113 voluntades que lo emparden individualmente con Pullaro; pero si la medida es frente contra frente, ahí la hazaña se torna milagrosa: el peronismo (Juntos) deberá obtener 546.215 votos para igualar a Unidos. Y naturalmente, que su contrincante no saque ningún voto más. Casi imposible.
Para que el peronismo (Juntos) con Lewandowski a la cabeza alcance a Unidos liderado por Pullaro, según los probablemente inexactos cálculos debido a la alta volatilidad anímica de la sociedad, habría disponibles en el mejor de los casos 800 mil nuevos votos (algunos creen no más de 500 mil) del 1.047.400 remanentes de los que no fueron a votar el pasado 16 de julio. Sin contar los casi 120 mil votos de quienes lo hicieron por candidatos que no superaron el piso de las PASO.
Edelvino Bodoira de Viva la Libertad y Carla Deiana del Frente de Izquierda de los Trabajadores, también anhelan cosechar para la estadística un poco más votos de los que obtuvieron para superar las PASO y clasificar a la final.
Perotti está más cerca
Omar Perotti como líder de la lista de diputados tiene una tarea un poco más aliviada que su candidato a gobernador, pues individualmente quedó a 92.913 sufragios de Clara García, mientras que el peronismo (Juntos) en Diputados está a tan solo 91.497 votos de Unidos.
Recién llegado del exterior, quizá Perotti aguarde el resultado de las PASO nacionales del venidero 13 de agosto, para delinear la estrategia que le permita a Lewandowski retener la gobernación y a él hacerse de la presidencia de la Cámara de Diputados ganando la categoría.