Por Darío H. Schueri – Desde Santa Fe
Insólita, sorpresiva e involuntariamente Javier Milei se metió en la parte final de la campaña electoral santafesina, cuando Maximiliano Pullaro y Omar Perotti confesaron, casi al unísono en sendos reportajes a medios rosarinos, que votarían al candidato libertario Javier Milei ante eventuales escenarios de balotaje.
Maximiliano Pullaro y Omar Perotti son dos candidatos experimentados, con años de rodaje en la política, ¿fueron ingenuamente emboscados por dos periodistas en el inofensivo juego –pero letal conforme la respuesta– de preguntarles a ambos si “en caso de un balotaje entre Milei y Massa o Milei y Bullrich, ¿a quién votarían”? Ambos respondieron por el libertario.
A Perotti le fue peor: en el peronismo no tardaron en salir a cruzarlo –sin mencionarlo- mientras que en Unidos, con excepción del dirigente radical Julián Galdeano, prefirieron morderse los labios y refunfuñar en privado.
¿Por qué lo hicieron?: “Porque buscan el voto de Milei”, interpretaron los voluntariosos exégetas de siempre, sin advertir que en el caso de Maximiliano Pullaro, con la diferencia que obtuvo en las PASO ante Marcelo Lewandowski, la elección del domingo difícilmente le genere la necesidad del voto libertario.
¿Podría quizás Omar Perotti haber querido congraciarse con el voto mileísta para acortar la distancia –no tanta- que lo separa de Clara García? Eso no lo sabemos, pero nos permitimos ponerlo en duda por las razones que ya esgrimimos en esta columna: los votos de Milei no son trasladables a terceros.
En rigor del sentido común, ambos deliberadamente anticiparon lo que llegarían a hacer los sectores a los que pertenecen en caso de balotaje entre Milei y Bullrich o Milei y Massa: el peronismo, genéricamente hablando, antes que a Bullrich no dudaría en votar a Milei, inclusive con la peregrina esperanza de un rotundo fracaso que asfalte su regreso al poder (como ocurrió con Fernando De la Rúa o el propio Mauricio Macri). Y desde Juntos por el Cambio, ¿qué radical o “proísta” votaría a Sergio Massa?
Regla de tres simples en la política. De allí que Sergio Massa y Patricia Bullrich deberían evitar ir a un balotaje en el que participe Milei. El problema son los números: los tres candidatos quedaron en empate técnico cerca de los 30 puntos; ¿cómo conseguir los diez puntos de ventaja sobre el segundo o llegar a la meta de los 45 para consagrarse ganador el 22 de octubre?
Hoy pareciera una utopía que alguien le saque diez puntos de ventaja a otro (incluyendo piadosamente a Sergio Massa, a quien la piedra de la economía atada a los pies lo está llevando al fondo del océano) y aunque nos cueste admitirlo, el balotaje podría ser un escenario cierto.
Pero insistimos en nuestra teoría (ya casi filosófica a esta altura): es tanto el hartazgo social que no creemos que espere al 19 de noviembre para conocer el futuro presidente; por Milei o Bullrich lo decidirá el 22 de octubre.
Las elecciones de este domingo de Edelvino Bodoira a gobernador (Viva la Libertad) y Amalia Granata (Unite por la Libertad y la Dignidad) y Juan Argañaraz (Viva la Libertad) a diputados provinciales nos podrían dar una pista; todo ellos, con sus improntas, representan el sentir del votante mileísta.