Por Darío H. Schueri – Desde Santa Fe
Hace un par de semanas decíamos que el presidente Javier Milei y el gobernador Maximiliano Pullaro estaban ante sus pruebas de ácido: Milei debía conseguir que el Parlamento le apruebe su “Ley Bases” junto con el DNU, y Pullaro superar sin conflictos la primera pulseada gremial. Hoy, el Presidente aún no tiene su ley y a Pullaro los sindicatos estatales aún no le declararon huelgas.
Esta semana los 144 diputados –y porqué no algunos otros– que votaron a favor en general la Ley Bases deberán aprobar el jibarizado articulado de la meganorma, para después pasar a la Cámara de Senadores, donde solamente la muñeca política, ya demostrada sobradamente, de la vicepresidente de la Nación Victoria Villarruel, podría hacer que el Presidente tenga su primer triunfo legislativo, toda vez que la variopinta composición aliancista temporal de esa Cámara presupone “componer mayorías” mediante orfebres acuerdos.
Por ahora la titular del Senado está frenando el tratamiento del DNU que, al decir de la senadora por Santa Fe Carolina Losada, debería ser transformado en ley (ella presentó una denominada “Ley espejo”) si quisiera tener chances de ser aprobado; aunque varios de los puntos ya fueron frenados por la justicia.
Toda la movida previa a la votación en general de la Ley Bases, tuvo al gobernador radical santafesino Pullaro como puntal y referencia mediática nacional de los reclamos en defensa de la producción, economías regionales y el atropello fiscal a las provincias.
Se avecina la pulseada con los gremios
En la provincia, finalmente el gobierno optó por informarle a los sindicatos estatales a través de una estratégica rueda de prensa, el pago de la deuda paritaria del 36.4 % del año pasado (con lo cual dio por terminado el diferendo semántico – legal de si desconocía o no la paritaria 2023), pero a su manera: 14 % esta semana por planilla complementaria, y el 22 % restante en un par de cuotas cuyos plazos no definió.
Los sindicatos docentes, que fueron anoticiados formalmente dos días después, pusieron el grito en el cielo desconociendo ese porcentaje a cuenta (quieren el pago de una sola vez) y básicamente Amsafé sigue jugando con la metáfora: “Esto dinamita el inicio de clases” (del 26 de febrero), advierten. En el gobierno les fueron claros la primera vez que se vieron las caras: “Ayuden a reducir el ausentismo docente (32.5 %) y habrá mayor presupuesto para el sistema”; ¿eso incluiría mejoras salariales para el sector?
Este lunes recibirán la novedad ya conocida UPCN y ATE (que además plantean al gobierno el tema de los pases a planta), quienes desde que se supo la noticia guardaron un prudente silencio.
¿Qué pasaría si estos dos grandes sindicatos decidiesen aceptar la modalidad de pago del remanente de la paritaria 2023, habida cuenta de la situación económica financiera que exhibe la provincia?
Una vez superada la paritaria 2023, quedaría entonces por discutir el inicio formal de la paritaria 2024, aunque ante el rigor de los hechos, no habría mucho que “discutir”, toda vez que el gobierno ya avisó sobre su propia fórmula de aumento salarial: solo por recaudación, y quiere demostrar ante el sindicalismo y la población toda, que las cifras porcentuales que informe serán inamovibles.
Para colmo de males, Nación recortó en un 99 % las transferencias no automáticas a la provincia de Santa Fe, sumado (o restado) a que de manera interanual la recaudación ya venía con un 12 % abajo.
Prosiguen las sesiones extraordinarias en un convulsionado clima nacional
Esta semana retoman su curso las sesiones extraordinarias en la Legislatura santafesina, después que el gobernador Pullaro lograra que en tres semanas del año pasado le sancionen vertiginosamente 18 leyes, aguardando para el sereno tratamiento de este 2024, según tiene anotadas en su planilla Excel el secretario de Asuntos Legislativos Gabriel Real, seis más: reforma al Código Procesal Penal, reforma a la ley 13.014, orgánica del Servicio Público Provincial de la Defensa Penal, Gobernanza de datos e información pública, Conformación del gabinete social, reformas a la ley orgánica del Poder Judicial y al Código Procesal Civil y Comercial.
A todo esto, el peronismo parlamentario sigue sin encontrar el rumbo, básicamente porque carece de liderazgo (mientras un grupo de entusiastas intendentes y presidentes comunales arman un nuevo esquema para disputar poder, primero interno en las elecciones de este año, y luego electoral general).
El año pasado, mientras los diputados PJ se abstenían de votar las modificaciones al MPA, los cinco senadores lo hacían a mano alzada. Hace una semana, cuando el arco peronista prácticamente denostaba al presidente Milei por la Ley Bases, el quinteto senatorial emitía un comunicado alabando las gestiones del gobernador Pullaro en defensa de los intereses productivos de Santa Fe dentro de esa cuestionada norma.
Bien Milei (a pesar de todo) pero mucho mejor Pullaro en la provincia
Así las cosas, en la provincia de Santa Fe una reciente encuesta de la consultora Management & Fit le otorga a Javier Milei una aprobación del 53.2 %, “aumentando entre varones, menores de 40 años y nivel educativo bajo”, acota.
La gestión provincial de Maximiliano Pullaro tiene una aprobación del 65.8 %, “destacándose en el nivel educativo bajo”.
Un 69.2 % menciona que tiene mucha y algo de confianza en el gobernador electo; mientras que un 76.4 % evalúa de manera positiva las primeras medidas tomadas en torno a la seguridad.
Hay otro detalle sociológico que extraemos del sondeo de M&F: siete de cada diez personas menciona que la situación general y futura del país es “mala y muy mala”; pero a su vez un 49.3 % considera que la situación mejorará recién en un año.
Vale decir que para casi la mitad de la población la prédica del presidente Milei de hacer sacrificios por lo menos por un año, es asimilada; pero existe un 34.3 % en cambio, que cree que dentro de un año estaremos “peor” o “mucho peor”. El resto “no sabe, no contesta”.
Veremos de qué manera actuarán el gobierno, las organizaciones sociales y gremiales, los activistas profesionales, partidos políticos, pero básicamente la sociedad en general ante este estado anímico que refleja Management & Fit.