Por Darío H. Schueri – Desde Santa Fe

Lejos de amedrentarse, el gobernador santafesino Maximiliano Pullaro recogió el guante que le arrojó el presidente Javier Milei y lo retó al centro del ring: “No funciona así un sistema, en el que vos te quedás con todo y repartís nada”, le reprochó. Y fue más allá en el conflicto por el subsidio al transporte: “Si nos dieran lo que aportamos, o se eliminara ese impuesto y lo pudiéramos poner nosotros en el sistema, el transporte en la provincia de Santa Fe saldría cero pesos”, asestó.

Por un momento pensamos -ilusoriamente- que en lugar de andar protestando cada uno por su cuenta, los 24 gobernadores debían reunirse en el Consejo Federal de Inversiones -CFI- su embajada natural en Capital Federal, para acordar un nuevo Pacto Fiscal (que por otra parte lo pide la Constitución reformada en 1994 y jamás se cumplió por intereses territoriales que los gobiernos nacionales se ocuparon de azuzar en beneficio propio). Pero ello no va a pasar. Las mezquindades y provocaciones adrede del Presidente están por sobre el declamado federalismo y entramos una vez más en la experimentada etapa del sálvese quien pueda (y como pueda). 

Para rubricar lo dicho, el ministro del Interior está recibiendo y recibirá a grupos de gobernadores (peronistas y radicales) para acomodarles la cincha según convenga. 

Javier Milei, a esta altura, es un maquiavélico manipulador psicológico de las atribuladas conciencias ciudadanas, que ven la justificación del voto a pesar de las penurias económicas, cada vez que se destapa una olla de corrupción donde el kirchnerismo -y la “casta política”- fueron partícipes por acción u omisión. Pero todo tiene un límite y en este caso es el económico. Llegará un momento en que podría hacerse realidad la fábula del campesino que quería acostumbrar a su burro a vivir sin comer; y cuando se estaba acostumbrando se murió de hambre.

 

Pullaro y la fuerza del judoca

El principio fundamental del judo es utilizar la fuerza del contrincante en beneficio propio, mediante rápidos giros, desequilibrios y concentración de recursos en algunos puntos para derribar al contrario. Maximiliano Pullaro, mientras observa con detenimiento el hecho de que el Presidente lo haya elegido como uno de sus rivales, aprovecha para utilizar en su favor en lo que pueda las consecuencias de las acciones del gobierno nacional. En definitiva, si de máximas hablamos, cada crisis puede presentar una oportunidad.

 

Transporte: "Denme lo que corresponde y me arreglo"

Por ejemplo en el tema quita de los subsidios nacionales al transporte automotor de pasajeros, el gobernador santafesino le dijo a Milei que, o deja de quedarse con los 1400 millones de pesos que le corresponden a la provincia por el Fondo Compensador del Transporte en concepto del impuesto a los combustibles, o dejan de cobrarlo ($ 61,5 por cada litro de nafta y $ 37,7 por cada litro de gasoil según hizo saber la secretaria de Transporte Renata Ghilotti) y permitan que lo haga la provincia que, con un monto mucho menor, haría que el boleto urbano de colectivos podría pasar a costar casi nada. 

Obviamente Milei ni quitará el impuesto a los combustibles (con los cuales además debería arreglar rutas, que no lo piensa hacer y construir viviendas Fonavi, que tampoco hará) ni le devolverá a Santa Fe lo que le corresponde. ¿De dónde sacará entonces el dinero la provincia para compensar esos 3900 millones de pesos mensuales que no le enviarán? 

 

Docentes: sin ayuda nacional y con pedido de paritarias

Todo ello sin contar que por el no envío del Fondo Nacional de Incentivo Docente -Fonid- la provincia de Santa Fe dejará de percibir 3200 millones de pesos por mes. El ministro de Educación José Goity admitió que por ese tema -sumado a los paritarios- es probable que no arranquen las clases el 26 de este mes. La pregunta es: ¿Cuántos días de paro docente soportará Pullaro hasta que su ministro de Educación pronuncie la fatídica frase: “De ahora en mas, día de paro, día descontado”, y el propio gobernador advierta que no vino para hacer lo que hacían sus predecesores: devolver por planilla complementaria esos días descontados.

El Fonid no es gran cosa: solo representa unos 28 mil pesos por docente. Pero algo es algo.

Y si de sangría financiera hablamos, el ministro de Economía Pablo Olivares deberá disponer de 61 mil millones de pesos para hacer frente al 36.4 % faltante del acuerdo paritario 2023, cuyo 14 % a cuenta que pagó el viernes pasado le significó una erogación de 23 mil millones de pesos. 

A Pullaro se le vienen ahora los reclamos paritarios 2024 (arrancan este martes) donde seguramente el sindicalismo estatal pedirá que el 20 % de inflación de enero sea compensado en los sueldos.

Así y todo, el secretario general de la Gobernación Juan Cruz Cándido sostuvo que  el gobierno saldó más de 28 mil millones de pesos en deudas con empresas, municipios y comunas para sostener la obra pública, que el ministro del área Lisandro Enrico se ocupó de detallar. 

 

El aumento “de la luz”, otro dolor de cabeza (y de bolsillo)

Más allá del fructífero encuentro que el gobernador Pullaro, su ministro de la Producción Gustavo Puccini y la vicegobernadora Gisela Scaglia mantuvieron con los embajadores de Arabia Saudita, Kuwait, Catar y el encargado de negocios de Emiratos Árabes Unidos, donde hubo promesas de inversiones y exportaciones, la realidad indica que la secretaria de Energía Verónica Geese, dependiente del ministro Puccini, se está preparando para la tormenta que se viene: el aumento de la energía eléctrica por la quita de subsidios a los segmentos N2 y N3 cuya audiencia pública el gobierno nacional hará el 29 de este mes.

Geese reconoce que los usuarios segmentados como N1 (ingresos altos) más aquellos que no pidieron el subsidio -unos 400 mil santafesinos- serán los que peor la van a pasar, porque el aumento les impactará de lleno (un 120 % aproximadamente).

Pero como si eso fuera poco, para los que consumen entre 400 y 600 kWh bimestrales tendrán un aumento de 7500 pesos mensuales desde marzo por el Valor Agregado de Distribución (VAD).

En cuanto al comercio y la industria, si son usuarios pequeños tienen subsidio pero muy poco y el aumento del costo mayorista de la energía, decidido por Nación, les pegará de lleno.

Los grandes consumidores hace más de dos años que no tienen subsidios, pero fueron acomodando sus costos y precios a los aumentos de la energía mayorista que aumenta cada vez que aumenta el dólar, o sea que este aumento de febrero es consecuencia de la devaluación de diciembre.

La cuestión es que la EPE este año tenía presupuestado pagarle a Cammesa 160 mil millones de pesos por la energía que los santafesinos consumiríamos en todo el año, pero con el aumento de febrero la EPE deberá pagar 400 mil millones, o sea unos 240 mil millones más.

Otra semana de tribulaciones rumbo al ansiado “rebote de la economía” que aún no tocó fondo. El propio Presidente augura para marzo y abril más ajuste y recesión. 

Deberá pedirle entonces a las Fuerzas del Cielo que el humor social no empeore, porque los Jinetes del Apocalipsis están esperando.

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Laboratorio de Analisis Clínicos

Mario Maestu