Por Darío H. Schueri – Desde Santa Fe
“Nos decían que no podíamos abrir varios frentes de conflictos a la vez, pero yo les digo que vamos a dar todas las batallas juntas”, arengó y desafió el gobernador Maximiliano Pullaro ante funcionarios y legisladores en el cierre de la segunda reunión de gabinete abierto, que tuvo como lema “Gestiones eficientes para un gobierno eficaz”.
Y es así como está dando la batalla final de su primera etapa de gobierno: renovar la Corte Suprema de Justicia bajo la impronta argumentativa de modernizar la justicia para los nuevos tiempos que se viven.
Ya ganó la cruzada salarial (aceptada, con reparos, por casi todos los sindicatos) y las batallas sectoriales con los docentes (ausentismo), ASSA, EPE e Iapos (eficiencia, transparencia y “quita de privilegios”) y previsional (reformas en la Caja). Le quedan dos para coronar un año desde su perspectiva por demás exitoso: la renovación de la Corte Suprema de Justicia y otra que se dará en el Parlamento: la reforma de la Constitución.
Contiendas en las tuvo que poner capital político en el campo de batalla; pero como en el juego, el que no arriesga no gana.
La dura ofensiva por la “eficiencia y la eficacia” en la justicia
Cuenta el colega Osvaldo Cherep que cuando Hermes Binner ganó en el 2007 le hizo un reportaje televisivo, y el flamante gobernador que había terminado con 24 años de peronismo gobernando la provincia, afirmó que había que cambiar la Corte Suprema de Justicia porque era la estructura de un poder permanente, conservador. Y peronista (agregamos nosotros). Ni Binner, ni sus sucesores Bonfatti y Lifschitz pudieron llevar a cabo tal cometido. Hoy Pullaro, después del interregno peronista de Omar Perotti, quiere hacerlo.
Ese orden cortesano “conservador” (y peronista) al que hacía mención el primer gobernador socialista de la historia provincial, tuvo desde los 90 un genuino exponente en esta capital: Rafael Gutiérrez, criado en el Poder Judicial, conocedor de sus oscuros meandros e intrigas palaciegas, y además un político vocacional. No exageraríamos si decimos que medio “establishment” capitalino político -y no político- le debe algún favor al “Rafa”.
Gutiérrez no tuvo reparos en participar abiertamente en reuniones políticas impropias para un miembro de la Corte, como tampoco dejar que su nombre sea meneado como candidato a gobernador en más de una ocasión; casi se fue a las manos con un exgobernador en un cierre de listas para que un familiar sea diputado provincial, mientras en la última elección otro familiar -su pareja, también integrante de la familia judicial- pugnaba por una banca de Diputados en la provincia.
Ese es el “Rafita” según sus íntimos (“Rafa” para los allegados) cabeza -que Pullaro quiere cortar- de la rebelión en la Corte junto a los ministros Roberto Falistocco y Eduardo Spuller.
Hoy la puja aparece en el escenario público como prácticamente personal y amenaza con transformarse en un conflicto de poderes. Ante la densidad de la disputa y la soledad en la que batallaba el gobernador Pullaro, el Frente Unidos, con el liderazgo de Felipe Michlig y el acompañamiento sin fisuras del socialismo y los demás partidos, lo cobijó con un impactante documento de respaldo sin ambages: pidió el recambio de la Corte, más allá de las formales consideraciones institucionales.
Unidos lo hizo después de que el propio Gutiérrez chicaneara públicamente diciendo que el único que le pedía la cabeza era el gobernador. Ahora los resistentes cortesanos se las tendrán que ver con el frente que gobierna la provincia, que en dos semanas sacará de la Legislatura la ley del socialismo elevando a siete los integrantes de la Corte, con paridad de género y territorialidad incluida.
Rafael Gutiérrez está convencido, y lo hizo saber públicamente, de que el gobernador quiere una “Corte de amigos”, recibiendo como filosa respuesta de parte del ministro de Gobierno Fabián Bastía, vocero político de Pullaro, la respuesta que era de esperarse: si de vínculos amistosos, familiares y políticos se tratara, el propio Gutiérrez está sentado allí propuesto por su primo político Carlos Reutemann; Eduardo Spuller también fue nominado por el extinto exgobernador (fue su abogado personal) y el tercer “insurrecto”, Roberto Falistocco, sugerido por Víctor Reviglio por su “encomiable” tarea como secretario parlamentario en la controvertida sanción de la Ley de Lemas.
Además, los tres ministros de la Corte están excedidos de la edad de 65 años fijada por la Constitución provincial por la que juraron, y los 75 de la Constitución nacional a la que adhirieron. Precisamente Maximiliano Pullaro no quiere utilizar la bala de plata del decreto pidiendo el cese en sus funciones por estar excedidos en las edades jubilatorias, debido a que el propio Gutiérrez le hace notar que la Constitución de la provincia los ampara (transformándolos en vitalicios), invocando el requisito de “idoneidad” para continuar en el cargo.
Un decreto gubernamental sería sometido a revisión constitucional por la propia Corte, que por obvias razones debería apartarse dando lugar a un jurado de conjueces. Escandaloso.
Mientras tanto, a la efervescencia política se le suma la gremial, debido a que el sindicato de judiciales protesta por la no firma de decretos por parte del gobernador de concursos, ascensos, cesantías, jubilaciones, aumentos salariales que según el virulento gremio los tiene de rehenes en la otra puja (la de la Casa Gris con la Corte) de la cual ya tomaron partido respaldando a Rafael Gutiérrez.
¿Y la reforma de la Constitución?
A partir de la semana que viene quedarán solo cuatro semanas para que la Legislatura le dé al menos media sanción a la Ley de Necesidad de Reforma de la Constitución; caso contrario debería enviar un proyecto el Poder Ejecutivo para ser tratado en Extraordinarias durante diciembre; cosa que Pullaro no hará. ¿Y entonces?: “Habrá que pensar en un Plan B a la reelección de Maxi”, nos susurró un funcionario durante la meticulosa síntesis de gobierno llevada a cabo en el auditorio de ATE, acto en el cual el presidente de la UCR, Felipe Michlig, lo desvistió de intereses creados al propio gobernador, señalando que no es él (ni su vice Gisela Scaglia) quienes propulsan la reforma constitucional para sus posibilidades de reelección.
Pullaro al cierre del acto dijo que 1.460 días de gobierno “no son suficientes”. Desde su entorno entienden que el proceso de cambio cultural en marcha difícilmente pueda consolidarse en cuatro años.
Karina Milei ¿en busca de “políticos con peluca” en Santa Fe?
El sábado que viene desembarcará en esta capital formalmente La Libertad Avanza con la presencia de su presidenta nacional Karina Milei, junto al presidente de la Cámara de Diputados Martín Menem y la futura titular del partido cuando se oficialice en Santa Fe, la actual diputada nacional rosarina Romina Diez.
“El Jefe”, tal cual llama el Presidente a su hermana, encabezará un acto para el cual quienes deseen participar deben completar sus datos en un enlace, y al cual la prensa estará muy atenta, no solo por alguna reunión previa que llame la atención, sino avistando posibles personajes del mundo de la política que podrían acercarse al salón de actos. Por lo pronto se desconoce quiénes representan a LLA en esta capital, más allá de adherentes ideológicos como la diputada provincial Natalia Armas o el concejal Ignacio Laurenti.
Lo que se está viendo es que La Libertad Avanza dejó de ser un avatar de redes sociales para convertirse en un partido “de carne y hueso”, que viene a revolucionar el mundo de la política tal como lo conocíamos.
Que se rompa pero no se doble
A todo esto, el bloque de Diputados nacionales de la UCR se resquebrajó en dos: uno nuevo de 12 miembros presidido por el platense Pablo Juliano, bajo la tutela política de Martín Lousteau (cuyo brazo ejecutor en la Cámara es Facundo Manes) mientras que Rodrigo De Loredo quedó con los restantes 21.
Santa Fe tiene dos bancas radicales en la Cámara, de las cuales la ocupada por Melina Giorgi pasará a formar parte del nuevo bloque (Democracia para Siempre), mientras que Mario Barletta solo nos dijo que no claudicará “por luchar por la unidad”, sin definir hacia dónde enfilará. ¿Radical “con peluca” tal vez?
Desde el entorno del gobernador Maximiliano Pullaro (a quien responde políticamente Melina Giorgi) nos definieron que (Maxi) “siempre intentó que no se rompa el bloque, al igual que Melina (Giorgi) y Mario (Barletta)”, pero aclarando que “él no es diputado”.
Final abierto.
Esta semana ingresará a la Legislatura santafesina el Presupuesto 2025, que al decir en el Ministerio de Economía será equilibrado y respetando las proyecciones macrofiscales que hizo el Gobierno nacional, con prioridades máximas en seguridad, inversión en infraestructura para la producción, inversión en equipamiento e infraestructura escolar.